domingo, 4 de diciembre de 2011

El torpedo blaugrana.

A mí Urdangarín siempre me cayó bien.

Su pasado blaugrana ayudaba, efectivamente, a camuflar percepciones. Pero aún así, me daba la impresión de ser un niño bien que, pese a meterse en el berenjenal de disfrazarse de procreador consorte, tenía cierta intención de distanciarse de una institución tan anacrónica como inútil.

Al final ha sido que no, claro. Como siempre pasa, el algodón no engaña, y el Sr. Iñaki tenía todos los números para acabar creyéndose que la infalibilidad monárquica permite pasarse por el forro cualquier otra consideración.

Es más que posible que Urdangarín ni siquiera hubiese llegado a plantearse que sus actividades pudiesen suponer ningún problema para todo un Duque de Palma.

Tanto da. A mí, Urdangarín ahora aún me cae mejor.

Al fin y al cabo, el principio del fin de la monarquía española puede estar llegando gracias a un torpedo blaugrana.

viernes, 18 de noviembre de 2011

El voto útil.

Forges. El País, 18 de noviembre de 2011.
A dos días de que los del PP se vengan arriba del todo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Así es difícil...

"Argumentos de peso, de mucho peso para votar el próximo domingo. Uno tiene que ver con las pensiones; otro con el subsidio y las ayudas por desempleo, y el otro tiene que ver..."

El secretario general del PSOE en Castilla-León, Óscar López se quedaba en blanco al dar tres motivos para votar a su partido en las elecciones del 20N.


Aunque no vendrá de aquí, así es difícil...

lunes, 14 de noviembre de 2011

Votad, votad, malditos...


KAP. La Vanguardia, lunes 14 de noviembre de 2011
(a 6 días para el tsunami del PP).

domingo, 6 de noviembre de 2011

El villano y el hombre del año.


Te proporciono gratis información sobre las corporaciones, y soy el villano. 
Julian Assange.

Proporciono tu información privada a las corporaciones a cambio de dinero, y soy el hombre del año.
Mark Zuckerberg.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Los peores años de nuestras vidas.

Esta medianoche arranca la campaña electoral para las elecciones del 20N.

Rubalcaba escenificará el principio del fin, mientras que Rajoy, cual neng de castefa redimido, paseará su verbo florido por Castelldefels.

Curiosa elección la del PP. ¿Por qué no Badalona, en homenaje a su mamporrero alcalde, Javier García Albiol? ¿Por qué no en Illán de Vacas, Toledo, el municipio menos poblado de España, con tan sólo cinco habitantes?

Da la impresión de que hagan lo que hagan unos y otros, pocas cosas van a cambiar.

Y me refiero a que van a haber pocos cambios, tanto en la decisión de voto de un electorado absolutamente indignado, quemado, cabreado, hastiado y, en definitiva, poco predispuesto a atender a explicaciones de aquellos que tan poco han hecho por evitar la actual situación, y van a haber muy pocos cambios, por desgracia, en un estado de cosas que, el nuevo gobierno no va a ser capaz de mejorar en absoluto.

La prepotencia de llegar a las elecciones sin programa retrata a una derecha que no cree necesitar de proyecto para gobernar un estado en descomposición. Y el cinismo de pretender que poco de lo que ha pasado va con ellos, condena a una izquierda necesitada, más que nunca, de descanso, reflexión y regeneración.

Al final, votará quien tenga ganas.

Los demás, nos buscaremos la vida para iniciar un travesía del desierto que, para muchos, se traducirá en los cuatro peores años de sus vidas.

Si alguien necesita un camarero de chiringuito en el atolón de Puka Puka, por favor que me llame.

Gracias.

domingo, 30 de octubre de 2011

Alfons López. Público, domingo 30 de octubre de 2011.

—La gente aún no está preparada, pero falta poco. Cuando llegue el momento, sustituiremos las elecciones por oposiciones.
»¡A antisistema no nos gana nadie!

sábado, 29 de octubre de 2011

El problema de la no correspondencia.

En España existe una costumbre que, invariablemente, aporta mucho más rédito que perjuicio a quien hace uso de ella.

Ofender a Cataluña, insultar a los catalanes, menospreciar el catalán, son hábitos tan arraigados entre un españolismo profundamente alérgico al nacionalismo (hasta el punto de no querer admitir ni el más radical de todos: el suyo propio), que no sólo resultan gratutitos, sino que se confunden con la normalidad de un estado de las autonomías en el que, el café es para todos y el aceite de ricino siempre es para el mismo.

Que Gegorio Peces-Barba, ponente de la constitución de 1978, se permita, según sus propias palabras, bromear sobre Cataluña no sería ni siquiera noticia en España, si no se hubiese empantanado, aún más, con unas excusas más parecidas a la extracción de una muela del juicio que a un auténtico ejercicio de sincera asunción de errores.


El paseo por el jardín de las inconveniencias del Sr. Peces-Barba arranca el pasado jueves, 27 de octubre, en Cádiz, durante un debate sobre el espíritu de la actual Constitución. El abogado José Pedro Pérez-Llorca, ponente en 1978 por UCD, mostró su pesimismo en relación con el funcionamiento del actual sistema autonómico y manifestó abiertamente su preocupación sobre la futura unidad de España, ante el crecimiento del sentimiento independentista en el País Vasco y Cataluña. Ante estas reflexiones, Peces-Barba intentó defender la vigencia de un modelo de convivencia, de cuya redacción insiste demasiado frecuentemente en destacar su importante participación, con el argumento de que no era este un problema reciente y que, en cualquier caso "no sé cuántas veces hubo que bombardear Barcelona, creo que esta vez se resolverá sin necesidad de bombardearla", acto seguido, es de suponer que para ahondar en ese humorismo de nuevo cuño tan particular, Peces-Barba se preguntó "que hubiera pasado si nos hubiéramos quedado con los portugueses y hubiésemos dejado a los catalanes; quizá nos hubiera ido mejor".

Pues quizá "les" hubiera ido mejor. Quizá Cataluña sería hoy un estado más competitivo incluso que Portugal. Pero seguro que, en una Cataluña en igualdad jurídica de condiciones, no existiría un problema de correspondencia en los insultos. Es decir, la mala leche disfrutaría de una reciprocidad con el vecino que, en el marco actual resulta absolutamente impensable.

Ha bastado que un socialista se permita un gratuito cachondeo sobre los cíclicos bombardeos sobre Barcelona que ya recomendaba Espartero, para que la caverna españolista salte, todos a una, a escandalizarse con la respuesta en twitter del parlamentario de Esquerra, Joan Tardà, según el cual, las palabras de Peces-Barba "sólo pueden responder a maldad y, dicho en nombre de las víctimas, a ser un enorme hijo de puta".

Frivolizar sobre la muerte de población civil, en un contexto de "nouveau" humorismo pecesbarbiano, es decir, poco menos que simple cachondeo tabernario, en el que se encuentran reunidos representantes de la abogacía española, es un chiste la mar de gracioso.

Pues muy bien, un histórico militante socialista, insistentemente denominado "padre" de la Constitución, mete la pata. Todos nos equivocamos. Lo que no hacemos todos es seguir insultando al objeto de nuestro agravio, afirmando que los catalanes "tienen la piel muy fina y son demasiado susceptibles".

Un día después de encender la mecha, con todo el tiempo del mundo para reflexionar, don Gregorio se arranca en una emisora catalana, RAC1, a pregunta de Jordi Basté, con que, los bombardeos sobre Barcelona "son cosas muy diferentes" a los asesinatos de ETA o el bombardeo de Guernica. ¿Por qué? Los catalanes muertos en un bombardeo, ¿son diferentes a otros españoles (o vascos)?


Además, alguien que se permite pontificar sobre la situación del Estado de las autonomías, tiene la desfachatez de comparar el tratamiento mediático de sus palabras con las archiutilizadas por la prensa españolista de Duràn i Lleida sobre los beneficiarios andaluces del PER. Según Peces-Barba, él ha sido mucho más maltratado que el líder de Unió Democràtica. Curiosamente, reconoce leer únicamente El País (habría que invitarle a darse una vuelta por El Mundo, ABC, La Razón y La Gaceta y vería lo que es la amable comprensión hacia la metedura de pata de Duràn i Lleida)...



Para Gregorio Peces-Barba, lo sorprendente es que la veintena de abogados catalanes que fueron testigos de su españolísima intervención, se levantasen y se fuesen. Tranquiliza mucho su conciencia que el resto de los casi quinientos testigos de su intervención, aplaudiesen mucho su enorme cagada. Sr. Peces-Barba: eso es lo grave, que meterse con los catalanes sea lo más gracioso del mundo para el resto de los españoles.

Si España quiere realmente que Cataluña continúe siendo España, debería entender que, del mismo modo que un andaluz se molesta cuando un catalán se mete con él, un catalán tiene su corazoncito, y es posible que su nivel testicular alcance niveles cercanos al derrame cuando el resto de españoles se le descojonan continuamente en toda la cara.

O sea, que en Cataluña cansa que, después de que una histórica figura de la transición ofenda gravemente a una parte de los actualmente, y según la sacrosanta Constitución, constitucionalmente españoles, la "verdadera" noticia sea un tweet de un republicano catalán.

Queda muy claro que, en la España de ayer, en la España de hoy, y parece que en la España de mañana, en cualquier polémica la culpa siempre será, haga lo que haga y lo haga como lo haga, del catalán que pase más cerca.

Pues muy bien. Las reglas del juego quedan diáfanamente claras: si Peces-Barba se cachondea de Cataluña, Joan Tardà es un indocumentado por responder; si Durán i Lleida reflexiona sobre lo que piensan más de la mitad de los españoles, es poco menos que un terrorista; si Cesc insulta a Kanouté, se merece las hostias que le caigan.

Eso si. Todo empezó con una alusión al sentimiento independentista de vascos y catalanes. 

Sobre los vascos, para variar, nadie a dicho ni mu.

sábado, 22 de octubre de 2011

Los jardines de Del Nido.


Aunque creo firmemente que el fútbol si está relacionado con la política, me niego a admitir que la política se aproveche del fútbol.


Podría opinar sobre las palabras de Durán i Lleida en referencia a los beneficiarios andaluces del PER. Podría hablar sobre la mención de Artur Mas a los estudiantes andaluces en un comentario sobre la política de inmersión lingüística en Catalunya. Podría dar mi opinión al respecto, pero si hemos de hablar de fútbol, hablemos de fútbol.

Yo tengo, efectivamente, mi opinión. Pero entiendo que hay temas demasiado delicados para ser tratados a la ligera, y no me queda otra que admitir que es un grave error referirse a otras autonomías para defender a la propia. Durán y Mas deberían haberse callado. Nos habríamos ahorrado una situación políticamente incorrecta, que no sirve más que a intereses espurios, ofendiendo a aquellos que no son objetivos de las críticas del nacionalismo catalán.

Y sin embargo, José Mª del Nido, que ha pasado de ser la imagen más visible del mejor club del mundo en 2006 y 2007, según estadística IFFHS, a limitarse a presidir un club que merodea la clasificación europea en una liga de mierda, aprovecha cualquier resquicio para salir mediáticamente a flote y coge el rábano por las hojas para erigirse en el adalid de un andalucismo que tiene foros mucho más representativos que el Camp Nou para defender sus intereses.

Honrar la memoria de los amigos es de agradecido, pero Del Nido se pasa a veces de frenada homenajeando al difunto Jesús Gil. Y la impúdica exhibición de populismo con la que nos obsequia el presidente sevillista, aprovechando una cuestión que nada tiene que ver con el partido del sábado entre Barça y Sevilla, es una pasada de frenada digna del más puro de los gilismos.

Si el Sevilla no dispone de patrocinador para su camiseta, es totalmente lícito que aproveche un espacio anteriormente ocupado por una casa de apuestas para proclamar su andalucismo a los cuatro vientos. "Orgullosos de Andalucía" es un mensaje motivador y emocionante, pero el Sevilla debería mostrarlo en todos los partidos de liga y en todos los campos de España, porque hacerlo exclusivamente en el estadio del F.C. Barcelona, es adjudicarle al Barça un papel que ni ha pedido ni le corresponde.

Por mucho que los medios contrarios insistan en que el Camp Nou es el campo más politizado de España, ignoran que el F.C. Barcelona, como institución, jamás ha manifestado absolutamente ninguna orientación política fuera del ámbito de su propio estadio, y allí, tan sólo lo ha hecho en circunstancias muy determinadas y respetando el consenso de la inmensa mayoría de su masa social.

Todos aquellos que ahora aplauden una iniciativa que, aún con ánimo de provocar, no despertará más que la lógica indiferencia entre los barcelonistas que asistan al Camp Nou con la intención de ver jugar a un respetado y andaluz Sevilla, escupirían bilis si al Barça se le ocurriese acudir al Santiago Bernabéu (por ejemplo), después de algún nuevo recorte al Estatut, con un lema en su camiseta equivalente a "Hartos de que, como catalanes, nos tomen por el pito del sereno".

El mensaje podría resultar simpático, pero dudo de que el nivel de comprensión en el resto de España hacía una reivindicación de ese tipo fuese tan complaciente como la mostrada hacía el alegato de un club que, con suerte, alineará a dos o tres andaluces en su equipo titular, días después de que el propio Del Nido haya firmado un acuerdo con "La Caixa" como patrocinador del club que pretende erigirse en bandera del andalucismo en su visita a Catalunya.

Yo también estaría muy orgulloso de Andalucía y de ser andaluz. Pero lo estaría siempre, no sólo en el Camp Nou.

Desde aquí, un fuerte y sincero abrazo a andaluces y catalanes.


http://extremoizquierdo.blogspot.com/2011/10/los-jardines-de-del-nido.html

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pedro jETA.

¡Qué gran colaborador de este blog es Pedro J. Ramírez! No sé que haría sin él.

Bilbao, viernes 26 de agosto. Manifestación de la izquierda abertzale.

Foto publicada en ABC (no en Egin, en ABC):


“INPOSAKETARIK EZ! NAZIOA GARA” (¡No a las imposiciones! Somos una nación)

Imagen que de ofrece El Mundo de la misma pancarta en su edición del 28 de agosto:


Total, si son unos rojos separatistas ¿para que se va a andar con remilgos Pedro Jeta?

domingo, 11 de septiembre de 2011

El sumario Francesc Colomer.

Un blog puede servir para exponer tus pensamientos al mundo, para archivar artículos de prensa, para colgar fotos de tus hijos, con el fin de que tu familia de Wisconsin pueda ver como crecen (y Dios no lo quiera, para que un marrano se dedique a hacer con ellas lo que no toca), para intercambiar recetas de cocina, o para castigar al mundo con unos poemas que no tienen otro foro que el de la nebulosa de internet.

Los objetivos con los que nació Rojo Directo eran claros. Denunciar, a quien pudiese interesar, los abusos de una prensa afín a la derecha española que manipulaba, impunemente, la información. Como autor de esta historia, he dejado claro, desde un primer momento, que ni soy objetivo, ni pretendo serlo.

El nombre de este blog, como la idea del blog, y el blog en sí mismo, nació una noche de sábado en que, después de no poder seguir un partido del Barça por televisión, mantuve una agitada discusión a tres bandas sobre la posibilidad de sufrir, o no, la retransmisión pirata de ese partido a través de una página web (Roja Directa), la perversión de la prensa deportiva madridista y la zafia y continuada manipulación de los medios ultraespañolistas.

Así pues, Rojo Directo como nombre era más una provocación que una declaración de principios, pero me he sentido muy cómodo con esta "denominación".

Rojo Directo tuvo rápidamente, demasiado rápidamente quizás, una especie de hijo bastardo, Extremo Izquierdo, que durante estos meses se ha dedicado a dar toda la caña que ha podido a la caverna mediático-deportiva y, sobre todo, a José Mourinho.

Extremo Izquierdo ha adquirido una vida propia que, por desgracia, ha mermado mucho la capacidad de crecimiento de Rojo Directo. Aún así, aquí es donde se refleja realmente mi pensamiento.

Ese pensamiento, muchas veces coincide exactamente con artículos, imágenes o viñetas publicadas en diferentes medios, ya sean nacionales o locales.

A menudo, me he apropiado (con absoluta desvergüenza) de esos recortes, y aunque he procurado dejar muy clara su procedencia y autoría, la verdad es que nunca he pedido permiso a sus creadores (mea culpa).

Hace unos días, decidí no volver a reproducir material ajeno, para continuar con esta bitácora de forma estrictamente personal.

Sin embargo, esta mañana, me he topado en La Vanguardia, con un artículo de Enric Juliana que me es absolutamente imposible obviar.

A Enric Juliana ya le he fusilado varíos artículos en este blog, y le pido perdón por ello. Pero pese a mi decisión de no volver a reproducir íntegramente reflexiones ajenas, me voy a permitir pecar por última vez, y teniendo en cuenta la fecha de hoy, "copiaré" descaradamente "El sumario Francesc Colomer".

Confío en que Enric Juliana sabrá perdonarme (prometo no hacerlo más). Así pues, Sr. Juliana, perdón por esta nueva apropiación indebida, y muchas gracias por expresar ideas que muchos compartimos y que, la inmensa mayoría, somos incapaces de transmitir.


La Vanguardia
Cuaderno de Madrid
11 de septiembre de 2011
Enric Juliana
Madrid



Al niño Francesc Colomer le abrieron sumario el 13 de febrero del 2011 por su descarado acento catalán en la ceremonia de los premios Goya. Francesc, nacido en Vic en 1997, fue galardonado con el premio al mejor actor revelación por el papel de Andreu en Pa Negre y al subir al estrado reveló tres cosas: que a los catorce años un chaval suele ponerse nervioso cuando tiene que hablar en público; que deberá repasar con su profesor o profesora de castellano el correcto uso de los preposiciones por y para (que en catalán suenan igual), y que no le avergüenza pronunciar en catalán el nombre de las personas que aprecia. A Francesc no le corta ser de Vic. No es un patois, un rústico avergonzado de su tierra que llega a Madrid con la boina en la mano. Se expresa con naturalidad y muestra sin rubor los accidentes de la educación bilingüe en Catalunya, una sociedad alérgica a los uniformes. Repito: una sociedad con muchos matices. Francesc es un vernáculo emancipado; hijo de una Catalunya que ya no se avergüenza de su idioma. Nada, nada, excusas. Le abrieron sumario al joven Colomer. Lo abrió el Gran Inquisidor Fernando García de Cortázar, con copia para la alta magistratura española.


He repasado estos días quince o veinte veces el vídeo de los Goya, para intentar descubrir qué es lo que realmente les molestó. Sólo he detectado la citada falta sintáctica, todo lo demás es espontaneidad y un punto de descaro. Habla con acento catalán –con qué diablos de acento quieren que hable un muchacho de cartorce años nacido en Vic y apellidado Colomer– y pronuncia en catalán el nombre de los amigos a los que quiere dedicar el premio. Y está nervioso. Viendo esa escena me he acordado del galimatias que durante un tiempo habló mi hija menor en Roma: una divertida mezcla de catalán, italiano y castellano, con incrustaciones de romanesco (el locuaz dialecto romano, que era la modalidad imperante en el patio del colegio). A mi hija, los buenos profesores del Liceo Español Cervantes no le abrieron sumario porque sabían que el aprendizaje de varios idiomas a la vez pide tiempo y paciencia. La paciencia que no tuvo el Gran Inquisidor cuando vio por televisión la ceremonia de los Goya.

Repasando ese vídeo –verdadero causante de la última escaramuza político-judicial a propósito de la inmersión linguïstica en Catalunya–, también me he acordado de las condiciones en las que pude iniciarme en el aprendizaje de la gramática catalana, a los 17 años, una hora a la semana, fuera de horario escolar y con un aire de desafio en la mirada. Lo confieso: aún hoy siento una cierta inseguridad cuando escribo en catalán. Noto que me falta soltura. Y manejo el castellano como solemos hacerlo muchos catalanohablantes: con el catálogo siempre a mano en el gran almacén del vocabulario. Escribimos lo que hemos leído y por ello nuestros textos casi siempre llevan freno de mano. Discurren sin dejarse ir; sin alocarse. Afán de corrección, pulcritud de sábado por la tarde, una decoración en la que todo suele estar en su sitio y cautela. Mucha cautela. Escribimos el español como si tuviésemos miedo de pisar una mina plantada por Francisco de Quevedo. Es el castellano de Barcelona, una variante que debería reclamar su lugar en los anchos mapas del segundo idioma del mundo. Comprenderá el lector –sobre todo el lector de fuera de Catalunya– que quienes habitamos esa dualidad (el catalán aprendido por los pelos y un castellano voluntarioso y técnico) sentimos una especial indignación cada vez que algún majadero escribe que Catalunya está haciendo hoy con el castellano lo mismo que Franco hizo ayer con el catalán. Eso es una infame mentira.

El Gran Inquisidor García de Cortázar, les decía, abrió sumario al joven Francesc Colomer. Bilbaíno, jesuita de la Universidad de Deusto, reputado historiador y miembro de la Asociación para la Defensa de la Nación Española, declaró lo siguiente al Heraldo de Soria: "No la he visto (la película Pa negre). Pero al hilo de los Goya sí me parece dramático –y si no fuera así, poco respetuoso con un premio nacional– que el niño que recogió el galardón no pudiera expresarse con corrección en español. Nos adentra en ese gran problema que es la agresión al idioma común".

Cabe esperar que el historiador vasco haya visto finalmente Pa negre, una obra que enfoca la Guerra Civil sin el reiterado maniqueísmo de la cinematografía española. Puesto que el Inquisidor es hombre culto, sin duda podrá establecer una sutil relación entre el drama rural de Emili Teixidor e Incerta glòria de Joan Sales, la gran novela dostoyevskiana de la guerra, traducida al castellano en el 2005 por Carlos Pujol. Un libro fundamental que la intelectualidad española apenas ha leído, porque ya le va bien –ya le iba bien hasta hace dos días, hasta que el mundo se torció el tobillo– el insomne simulacro de los dos frentes. Pa negre va por la senda existencialista, y ese enfoque nunca acaba de cuajar en el país de Don Quijote y Don Juan Tenorio. Sin haber visto la película, el Inquisidor abrió expediente al niño Colomer y el vídeo de los Goya fue visionado por magistrados del Supremo. ¡Se van a enterar! Así se ha construido la última acometida contra el delicado equilibrio interno catalán.

lunes, 5 de septiembre de 2011

¿Podrán jugar juntos catalanes y castellanos?

A vueltas con el auto dictado por el Tribunal Superior de Cataluña, que da dos meses a la Generalitat para que "acate" las sentencias dictadas el pasado mes de diciembre por el Tribunal Supremo, en relación con el uso del castellano en el sistema educativo en Catalunya, la gruta mediática a roto aguas, y en pleno éxtasis de "no nacionalismo", o lo que es lo mismo, ultra-nacionalismo español, se ha tirado en pleno a la yugular de un reducto de lo que parecen ser españoles de tercera que, quieran o no ser españoles, no tendrán más remedio que serlo como diga el españolismo más rancio y ultramontano, o no serlo.


Ahora, la inmersión lingüistica.
-"Todo tuyo, T.S."
-"Gracias, T.C."


Editoriales como el de hoy de ABC, "El embudo nacionalista", no hacen más que excitar a las ya enfervorecidas masas de "buenos españoles", en vísperas de su inminente asalto al poder, con unas últimas líneas definitorias del pensamiento único cavernario, en el que queda muy claro que es lo que les toca a los catalanes:

"La Constitución no es solo una fuente de competencias para las autonomías, sino también un sistema de obligaciones y responsabilidades recíprocas que se sostienen en elementos comunes a todos los españoles, como la solidaridad y el castellano. El embudo nacionalista solo quiere lo primero y se olvida de lo segundo".

Autonomías como Catalunya (especialmente Catalunya) deben estar inexorablemente sujetas a un impuesto de generosa solidaridad para con los "no nacionalistas" y de obligatorio uso del castellano, para que las próximas generaciones crezcan en trincheras que separen a los bilingües catalanes y a los "no bilingües" catalanes.

Parece que algunos están muy interesados en volver a aquellos tiempos en los que si no hablabas catalán era por que, o eras muy pijo, o muy charnego (deleznable adjetivo, prácticamente erradicado hoy en día en Catalunya), muy interesados en volver a separar a los niños en el colegio entre "els castellans" y "els catalans". Los niños catalanes que no quieran hablar catalán, podrán así distanciarse de una inmensa mayoría que cree, parece que erróneamente, que el conocimiento enriquece, y que es mejor hablar dos idiomas en vez de uno.


Porque, por mucho que moleste, el nivel de castellano de los alumnos de las escuelas catalanas está tan bien -o tan mal- como el de las escuelas del resto de España.


Y sin embargo, en la actual coyuntura, editoriales como el de ABC de hoy, además de excitar a los suyos, convierten en mucho más razonables las aspiraciones de los que no son los suyos.

Pólvora en la escuela. El Periódico, lunes 5 de septiembre de 2011.

DOS MIRADAS


Pólvora en la escuela
Emma Riverola
Escritora
El nivel de castellano de los alumnos de las escuelas catalanas está tan bien -o tan mal- como el de las escuelas del resto de España. Los datos avalan que no hay perjuicio para su aprendizaje y la convivencia ratifica que la inmersión lingüística, además de reforzar el catalán, ha sido un instrumento indispensable de integración. Ahora, una resolución del TSJC pretende fulminar en dos meses tres décadas de esfuerzos avalados por los buenos resultados. El PPC y Ciutadans -despreciando a la mayoría docente, política y social- instan al cumplimiento de la resolución. Si esta prospera, estallará un conflicto mayúsculo que cuesta predecir hasta dónde puede conducirnos. Y si resulta frenada, sus partidarios tendrán la satisfacción de haber arrojado un puñado de pólvora a la hoguera de la crispación.

Cada año, el informe PISA nos recuerda que nuestros hijos no despegan de los puestos de cola europeos. En vez de aunar esfuerzos y destinar recursos para mejorar una situación alarmante, es desesperante comprobar cómo los recortes y las batallas ideológicas se ceban en el corazón estratégico de nuestro futuro. Si tanta energía se empleara en mejorar los conocimientos, la motivación y los valores en la escuela, quizá dentro de 20 años nuestros políticos no nos harían sonrojar. No utilizarían la educación como una irresponsable arma arrojadiza ni dilapidarían lo poco que funciona bien.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Cuando ser ultra es un mérito.

El Gobierno autónomo de Melilla, última ciudad española que mantiene una estatua del dictador, ha concedido la medalla de oro de la policía local al asesor del presidente popular Juan José Imbroda, Ramón Antón Mota.

Entre los méritos que hacen a Mota merecedor de la medalla de oro (distinción creada por el propio Mota en su época de Consejero de Seguridad Ciudadana), figuran haber ingresado "en el antiguo Cuerpo Superior de Polícia en 1970, siendo destinado al País Vasco (Irún), donde se declara por primera vez estado de excepción" o haber "estado en comisión de servicios en Bilbao, Pamplona, Madrid, Palma de Mallorca, Barcelona (con motivo de la última ejecución que hubo en España, la de Puch (sic) Antich".

Es triste ser tan ignorante como para no documentarse y saber que el militante anarquista Salvador Puig (no Puch) Antich no fue el último preso ejecutado (el 2 de marzo de 1974 por garrote vil) en España, ya que el 27 de septiembre de 1975 fueron fusilados los militantes del FRAP, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, y los miembros de ETA, Juan Paredes Manot, Txiki y Ángel Otaegi Etxebarria. Pero es mucho más triste considerar que asistir a una ejecución es un mérito destacable en un curriculum.

Cuando presenciar un asesinato es un mérito, queda reflejada la catadura moral de los que así lo consideran.

Cuando ser un ultra es un mérito, da miedo pensar en lo que nos espera a partir de noviembre.

viernes, 19 de agosto de 2011

Nos haremos daño.



Viernes, 19 de agosto de 2011
Madrid acaba de enviar dos mensajes al mundo: intolerancia anticatólica y gratuita agresividad deportiva.
Enric Juliana

El mundo desayunó ayer con dos mensajes de la ciudad de Madrid. Primer frame español en todos los telediarios matinales del planeta: la policía aporreando a unos jóvenes que insultan a los católicos y pretenden convertir la Puerta del Sol en un fortín antipapista. Segundo encuadre: el entrenador del Real Madrid metiendo el dedo en el ojo de un adversario, a dos minutos de perder un competido partido estival. Dos mensajes a millones de personas: España tiene dificultades para encauzar las protestas sociales y su atractiva Liga de fútbol se está engolfando. Además de estar en crisis y poner el euro en jaque, no saben protestar y no saben perder. España no va bien. Urbi et orbi.

Madrid no ha superado la prueba de las tres T que el geógrafo estadounidense Richard Florida propone como premisa indispensable para las ciudades creativas, los nódulos más dinámicos del mundo anárquico e injusto que viene. Tres T: tecnología, talento y tolerancia. Madrid, una gran región metropolitana que desborda con creces los límites de la comunidad autónoma que lleva su nombre, está bien dotada tecnológicamente. Es, por ejemplo, el tercer ferropuerto del mundo (después de Tokio y París), gracias a una red radial de ferrocarril de alta velocidad que succiona energías de toda la Península. En Madrid, merced a su dinamismo metropolitano y al fuerte anclaje de unas estructuras estatales con más de quinientos años de historia, hay mucho talento acumulado. Mucho. Falla, sin embargo, la tolerancia.

Se ha visto durante las últimas cuarenta y ocho horas, en las que España se ha vuelto a presentar ante el mundo como una enfebrecida plaza de toros de los años treinta. Los focos de intolerancia que anidan en el país –en la derecha y en la izquierda– transmiten malos augurios. Son un problema peligroso si tenemos en cuenta la gravedad y la previsible larga duración de la actual crisis social y económica. El entrenador Guardiola lo retrató bien el miércoles por la noche: "Algun dia prendrem mal".

De las majaderías de José Mário dos Santos Mourinho responden él y el poderoso empresario que lo ha contratado. Y no está de más recordar que Florentino Pérez es miembro del Consejo Empresarial para la Competitividad, encargado de velar por el prestigio internacional de la marca España.

De la intolerancia anticatólica que el miércoles se exhibió en la Puerta del Sol deberían responder los intransigentes de izquierda, los comecuras que escriben en la prensa, los tibios ante la posibilidad cierta de un peronismo a la española, los ingenuos que creen que el futuro del mundo es la República Democrática de Facebook y, sobre todo, el Ministerio del Interior, en esta ocasión incapaz de garantizar el ejercicio de la libertad de expresión sin poner en riesgo la integridad de las personas y la imagen del país. Bastaba con seguir el ejemplo de Londres, que alejó la manifestación antipapista del centro de la ciudad, evitando así el encontronazo entre personas polarizadas por la religión.

Ocurre, sin embargo, que la galaxia juvenil que gira alrededor del 15-M considera que la Puerta del Sol es su territorio, de la misma manera que los descamisados peronistas creían suya la plaza de Mayo de Buenos Aires. Esta es la evolución que está teniendo el 15-M a la espera de los acontecimientos de otoño. Lejos de centrarse en un programa de mínimos –con la consiguiente eficacia política–, cada vez engulle más malestares, hasta que la sobrecarga lo hará estallar. Y el PSOE no se atreve a decirle que no, que la Puerta del Sol no es suya, porque desde el primer día Alfredo Pérez Rubalcaba vio, con perspicacia, que la reverberación social del 15-M –que existe y sigue siendo amplía– es fundamental para el futuro del Partido Socialista.

El miércoles podía haber ocurrido una desgracia en la Puerta del Sol. Lo evitó el fondo democrático de una parte de los antipapistas y la tolerancia de los peregrinos católicos, puesto que el catolicismo es –hoy– el credo religioso más tolerante del mundo. El más tolerante y el más perseguido.
Un día nos haremos daño.